Y se les acabó el amor...

Este comienzo de año (y fin del anterior) está siendo rico en noticias y lleno de pequeños “sustos”… algunos de ellos, tengo que decir, no demasiado positivos para nuestro entorno…


Además de los típicos anuncios para el año nuevo… bodas, nacimientos, bautizos y comuniones… hemos empezado este 2011 con religiosas que abandonan su vocación, familias que se distancian y alguna que otra separación de amigos bastante cercanos. Y es que… no puede uno evitar pensar en aquella leyenda urbana de “la crisis de los cuarenta”, que tan alegremente se comenta, pero que uno empieza a pensar que tiene algo de verdad.

Son años en los que se han acabado las tonterías… uno tiene muchas más responsabilidades… la vida cotidiana puede empezar a pasar factura… y las facturas están ahí… para que las paguemos.

Y no es que me quiera poner pesimista, pero los datos están ahí, y vemos cómo las “formas de vida” que algunas personas habían elegido, parecen no satisfacer ya… pasados los años.

Visto desde fuera, parece sorprendente que haya personas que quieran abandonar por completo la vida que llevaban hasta hace cuatro días, para hacer un “borrón y cuenta nueva” dejando tras de sí un “legado” que les va a ocasionar más de un problema en el futuro. Miedo me dan estas “segundas adolescencias” que se llevaban cocinando años y que afectan a quienes aparentaban estar felices de la vida hasta hace poco tiempo. Dejamos atrás hijos, casa, pertenencias… y nos marchamos con lo puesto hacia sabe Dios dónde…

En fin… sólo decir que estamos afectados por los cambios en nuestro entorno y que espero que sepamos mantener la ilusión y seguir divirtiéndonos con lo cotidiano. Sin grandes pretensiones y mostrándonos siempre tal y como somos… con nuestros buenos momentos y algunos malos.