Acoplándonos

Tras dos meses y medio desde el nacimiento de Inés, parece que nuevamente y poco a poco, nos vamos adaptando los unos a los otros, haciendo que la unidad familiar vuelva a acoplarse.

Clara con el cole perfectamente asumido, ya no se pone tan nerviosa con la hermanina. Ha decidido que era un poco temprano para cargar con una "maternidad ajena" y así ahora, en vez de ir corriendo a la cuna y estar allí durante horas a la expectativa, ahora prefiere gritar con indiferencia algo como "¡¡¡¡Papá, la hermanina ta´llorando!!!!" y seguir con su papel y colores intentando dar forma a la P de Pedro o la S de Samara.

Eva y yo, por nuestra parte y desde hace una semana más o menos, podemos dormir entre 6 y 8 horas por la noche del tirón, ya que la pequeña parece que empieza a adquirir el ritmo normal en las tomas. No se puede decir que tengamos superado "lo peor", pero pudiendo dormir, las cosas se ven de otro color por la mañana.

Y dentro de todo este proceso, hoy tenemos el bautizo de Inés. En la parroquia de La Fresneda, rodeados de los niños del coro, la familia y los flamantes padrinos Ave y Chus.

¡Ya os iremos contando!